Cuando gire mi cabeza,
ya el espacio-tiempo me había superado,
deseperado en inacción, en un loco y alienígeno protón
se marcho mi corazon sin saber lo que quería,
y fue tanto su porfía, por encontrar su razón,
que viajo de mundo en mundo, corazón a corazón.
En lo intricado de un sitio, aún no determinado,
volví a mirar el pasado, como si fuese el ahora,
y no me fije en la hora, en que el conflicto se armaba,
nunca supe si la amaba, o simplemente quería,
que cediera a mi porfía, capricho de juventud?
y ahora aquí en mi certitud, con una suave sonrisa,
me acaricia suave brisa, recuerdo de su perfume,
que nos acerca y nos une, a una hermosa sensación
y provoca convertir, a estos versos en canción.
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