Elijo la felicidad por adelantado,
pues no estaré aquí para siempre,
y me parece un absurdo pensar,
que se nace, para sufrir y llorar.
Si es verdad, y no podemos negar,
que la vida golpeará, con despiadada crueldad,
pero es la vida, no hay otra,
y hay que saber soportar,
para luego sacudirse, y volver a comenzar,
se puede al mirar atrás,
reírse un poco o llorar,
vale pues al recordar ,
las experiencias pasadas,
ver que fueron superadas ,
y herida cicatrizada,
nunca volverá a sangrar,
aunque esa marca la llevaras,
como testigo silente,
de su bien, o de su mal.
Pero volviendo al principio,
apuesto a la felicidad,
algunos oyentes preguntaran,
¿pero dime donde está?,
nadie nunca la verá,
esta oculta a ese sentido,
pero yo ya he comprendido,
que dentro de mi alma va.
Pedro Viloria
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