Allá, donde Gallegos, se inspiró para Canaima,
Allá donde se destaca, el gran tepuy del Roraima,
Allá donde el cerro Bolívar, su rico tesoro entrega,
Allá donde buscan oro, recolectando en la arena,
Allá donde el Orinoco, choca con el mar Caribe,
Allá donde la naturaleza, conquistarla lo prohíbe,
Allá donde a Manuel Yanez, lo inspiró un Arcoiris.
¡Allá me llevo la vida¡, porque cuando ella se empeña
nada puede detenerla y llegué a ¨Sabor a Leña¨.
Oasis en un desierto, morichal de alma salido.
un lugar tan pequeñito, que es punto desconocido,
un cocuyito encendido, para el arte y la creación,
donde dos desconocidos, tienen sueños e ilusión.
Para ellos, el mundo está envuelto, como un bello regalito,
para el mundo, ellos son como dulces suspiritos,
un sitio para poetas, artistas desconocidos,
locos que van por la vida, como angelitos perdidos.
Si algún día su puerta te abren, se te cambiara la vida,
ya no tendrás mas salida, que ver al mundo distinto,
con fantasmas, con actores, con personajes de niños,
con la musas saludando, como si fueras su amigo;
de allí salen las esencias, de flores multicolores
platos que calman tu hambre, con diferentes sabores,
|de pronto¡ algún personaje, llega cansado a dormir,
y otro que estaba escondido, de un guión se quiere salir.
Ya no querrás despedirte, de ese planeta distinto,
pues, allí: Luís Lara, de cine un gran director,
te espera para llevarte, al mundo de la creación,
te presentará a un amigo, que por su camino andaba,
y conocerás de cerca, "El hombre que parafraseaba".
Allá donde el río Orinoco se estrecha en su gran figura,
Allá donde Manuel hijo, te sumerge en su "locura",
Allá esta ¨Sabor a Leña¨, con su mundo de aventuras.
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