No puede ser con tristeza, esta hermosa despedida,
que sean lágrimas de vida, las que broten de los ojos,
que yo postrado de hinojos, orgulloso de mi hija,
daré gracias por tenla , libre, bella , y atrevida.
Esa mi hija adorada, la que lloraba en mis brazos
hoy me ha dado un gran abrazo, al buscar otro destino,
será un hermoso camino, duro, y de mucho luchar,
pero la hemos enseñado, a volar alto y triunfar.
No tengas miedo mi cielo, ve con tu fuerza interior,
a conquistar ese mundo, tú eres un ser del amor,
no desmayes, no decaigas, sobreponte ante la vida,
demuéstrale a tus hijas, quien es mi niña querida.
Tu papá
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