Suave sobre las olas, se aleja cada vez más,
una barcaza que lleva, un corazón que se va,
se va desplazando alegre, sobre aquel inmenso mar,
sin saber que allá en la orilla,
sin saber que allá en la orilla,
llorando "la muy solita"
no sabe cuando vendrá.
"La muy solita" quedó, hablando sola, y sin fe,
riendo y llorando a veces, y recordando otra vez,
al hombre que un día zarpó, y le prometió volver,
y la dejo allá en la orilla,
y la dejo allá en la orilla,
sola llorando por él.
Un día en pueblo de la costa, vi a una mujer mal vestida, y hablando sola , por la playa, y me contaron su historia,
parece que se repite en los pueblos costeros, por todo el planeta.
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