"Hay una especie de amor, que no reconoce precio".
así lo dice el poeta, al cual respeto, y aprecio,
conocedor muy profundo, de nuestro mayor tesoro.
¡el sentimiento que guarda, la Venezuela de adentro!
Manuel, se la pasa en eso, escribiendo, investigando,
armonizando su vida, con acordes de llanura,
contemplando la hermosura, de los detalles pequeños,
haciéndose de ellos, dueño, ¡guardándolos como aperos!
con los que luego construye, poemas, y versos llaneros.
Manuel ama su caballo, el ganado, y los senderos,
esos mismos que lo llevan, hasta a enlazar un lucero,
él, puede ver la belleza, de un apacible garcero,
él, puede ver la belleza, de un apacible garcero,
en esas noches bonitas, en un morichal llanero.
Su padre marcó un camino, ¡Manuel llegará más lejos!
porque su amor infinito, lo conozco, y hoy me atrevo,
a decirle al mundo entero, que Manuel va de primero,
como cabrestero diestro, de la música que quiero.
Gracias por esa gran obra, que realizas, junto a tu familia.
Medellín, 2016
Gracias por esa gran obra, que realizas, junto a tu familia.
Medellín, 2016
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