Hemos llegado a la casa, con este inmenso vacío,
¡se ha marchado! ¡ya se ha ido!, y como se extraña a los hijos,
su vuelo hacia otro destino, ha emprendido hoy mi flor,
me ha dejado aquí en mi pecho, su fragancia y su verdor.
desorientados estamos, y tanto que hay por hacer,
quedamos como perdidos, al irse nuestro querer.
Este vacío llenaremos, con la ilusión de poder,
viajar pronto a su querencia, y volverlas a tener,
¡cuántas historias oí! de despedidas, de adioses,
por estos tiempos funestos, de políticas atroces,
en mi piel lo comprobé, en un pequeño aeropuerto,
que despedirse de un hijo, duele desde muy adentro.
Pedro
papá y abuelo en ejercicio
2 comentarios:
Que bello ese sentimiento que brota de ti en cada fase, en cada palabra porque llegue más temprano que tarde ese reencuentro con tu hija y nietas
Gracias, mi gran amiga, es verdad, duele
Publicar un comentario