Solitario aquí en mi silla, pienso en ti en este momento,
y quisiera echarte el cuento de lo que esta por venir,
pero se que estas ausente, perdido en el universo,
y yo, con un simple verso, no te puedo revivir.
Pero si puedo decir, hijo lindo, como te extraño,
y aunque han pasado los años, tu recuerdo vive en mi,
tu cariño, tu alegría y tu carita infantil, tu ayuda cuando la quise,
tus consejos, mi fiestas de cumpleaños, organizadas por ti.
Y lloro, pero a la vez soy feliz, porque pude disfutarte.
conocer tus aventuras, y se que el mundo gozaste,
lo mejor tu lo tomaste, intensamente hasta el fin,
pero hoy aquí en mi silla, cuanto te extraño, Martín.
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